El fabricante de quesos Aldanondo Corporación Alimentaria ha implantado en su nuevo centro de producción de Salvatierra (Álava) un sistema de trazabilidad total en sus procesos de producción y almacenaje basado en tecnología RFID.
Aldanondo Corporación Alimentaria es un fabricante de quesos con una trayectoria de más de 50 años. En estos momentos es el principal fabricante de quesos con denominación de origen Idiazábal, si bien durante los últimos años su actividad se ha extendido a otras denominaciones y tipos de quesos de la cornisa cantábrica como Roncal, Arzúa-Ulloa y Tetilla.
En el año 2009, la compañía pone en marcha, su gran apuesta: el centro de producción de Salvatierra (Álava), con una capacidad de 6.000 toneladas de queso al año y dotado de las más avanzadas tecnologías tanto en el plano de la producción como en el de la informática.
“Esta planta se concibió para dar respuesta a las necesidades de la gran distribución. Por tanto, las líneas maestras que guiaron el diseño de esta fábrica fue crear un centro lo más automatizado posible y con la tecnología más avanzada en cada uno de los procesos de nuestro negocio”, comenta Mikel Aldanondo.
Aldanondo eligió la tecnología RFID para conseguir una trazabilidad total tanto de sus diferentes procesos en el ámbito de la producción como en el del almacenamiento y maduración.
“Gracias a la RFID, podemos conocer y controlar al segundo el proceso de maduración de nuestros quesos”, añade Mikel Aldanondo. “Es el propio sistema el que nos informa de los tiempos establecidos para cada lote o palé, por lo que no es necesario dedicar recursos adicionales. Contamos además con la certeza de que ningún de nuestros quesos va a permanecer ni un minuto más ni uno menos del necesario en nuestras cámaras”.
Por su parte, Fran Manzano, gerente de Igarle, la empresa que ha desarrollado el ERP denominado Nucleo, comenta que “el objetivo número uno que se perseguía en esta planta era garantizar al cien por cien la trazabilidad del producto. Nuestro ERP gestiona todos los procesos: desde el aprovisionamiento de leche, los datos de análisis de la misma en laboratorio, la liquidación a los ganaderos y la totalidad del proceso productivo. Teníamos además que buscar la manera más eficiente del uso de la RFID en el proceso industrial, desde el momento del moldeo hasta que sale del almacén de curado. Y lo hemos conseguido”.
El ERP Nucleo recoge por un lado los datos del área comercial y lanza órdenes de fabricación de acuerdo al plan maestro de producción (tipología de producto, fórmulas) y, por otro, recoge todos los datos de los autómatas como presiones, temperaturas y otras características técnicas que asocia al lote para realizar la trazabilidad completa del proceso.
“El margen de error que da la RFID es nulo –continúa Aldanondo-. La RFID nos aporta una garantía de que la información que nos llega de los procesos productivos es totalmente fiable. Nos permite manejar mucha más información y además de una forma más precisa”.